Cocina con Kale

El kale es un tipo de col rizada perteneciente a la familia de las crucíferas.

Se puede disfrutar crudo en ensaladas o sándwiches, al vapor, hervido, salteado, y agregado a sopas y batidos.

Su aspecto es inconfundible y llamativo, ya que sus hojas forman una especie de volante, de ahí el hecho de que también se conozca como col rizada. Posee un color verde oscuro que puede llegar a adquirir una tonalidad casi púrpura.

Al igual que el repollo, la lombarda, las coles de Bruselas, la coliflor, el brócoli, los grelos o incluso el nabo y el rábano, el kale se caracteriza por:

• Tener un alto contenido en agua.
• Presentar un alto contenido en fibra (efecto saciante), por lo que son muy útiles en dietas de reducción de peso.
• Es rico en vitaminas del grupo B, C, E, y K.
• Es rico en minerales como el potasio, calcio y magnesio.

Aunque sus propiedades lo ascienden a categoría de superalimento, hay que tener precaución en algunos casos muy específicos en los que su consumo no está recomendado.

Al tomar medicamentos anticoagulantes, puesto que su alto contenido en vitamina K interfiere con estos y puede resultar tóxica.

Si se padece tiroides, mejor evitarlo, igual que el resto de hortalizas incluidas en la familia, puesto que interfieren en el correcto funcionamiento de la glándula tiroidea.