28 de mayo: Día Nacional de la Nutrición. Una fecha perfecta para hablar de lo que a muchos les ronda la cabeza cuando se acerca el verano: cómo adelgazar rápido. Sí, lo sabemos. Ese momento de "operación bikini" nos puede llevar a tomar decisiones poco saludables con tal de ver bajar los números en la báscula. Pero… ¿a qué precio?
Porque somos humanos. Porque vivimos en la era del "ahora o nunca", del "lo quiero ya". Pero también porque nos bombardean con dietas milagro y promesas de soluciones exprés, como la dieta del pescado, la dieta sin carbohidratos para adelgazar rápido o la supuesta “mejor dieta del mundo para adelgazar rápido” (spoiler: no existe). Y sí, hay una parte emocional detrás de todo esto, que muchas veces olvidamos.
El deseo de cambiar nuestro cuerpo en tiempo récord puede esconder inseguridades, ansiedad por el cuerpo ideal o presión social. No es solo una cuestión estética, es psicológica también. Por eso, buscar un cambio duradero debería ir de la mano con el autocuidado y la autocompasión.
Una dieta extrema es aquella que promete una gran pérdida de peso en muy poco tiempo (normalmente más de 1 kilo por semana) y suele implicar una reducción drástica de calorías o grupos de alimentos. Hablamos de dietas de este tipo:
Perder peso rápidamente no solo no es sostenible, sino que además puede acarrear consecuencias serias para la salud. Algunas de las más frecuentes:
Depende. Lo ideal es no perder más de 0,5-1 kilos por semana. Este ritmo permite que el cuerpo se adapte, que mantengamos la masa muscular y que el cambio sea duradero.
Y si lo que buscas es “adelgazar barriga rápido”, recuerda que no hay soluciones localizadas. La grasa no entiende de zonas, pero sí de hábitos. Una alimentación equilibrada, actividad física y descanso son la clave para perder peso saludablemente.
Aquí tienes un repaso rápido a las dudas más comunes en cuestión de dietas de adelgazamiento rápido.
Aquella que prohíbe grupos de alimentos, es muy baja en calorías (menos de 800 kcal/día) o promete resultados en pocos días.
Desde pérdida de masa muscular y nutrientes esenciales hasta alteraciones hormonales y emocionales.
Entre 0,5 y 1 kg, según WebMD y MedlinePlus, portales sobre información de salud.
Evita dietas extremas, haz actividad física regular y mantén hábitos a largo plazo.
Y si te preguntas qué alternativas existen a las dietas rápidas, la respuesta está en lo de siempre: una alimentación saludable, basada en la dieta mediterránea y rica en alimentos frescos y saciantes. También puedes inspirarte con recetas como las de nuestro artículo de cenas proteicas bajas en carbohidratos.
Perder peso no es lo más difícil. Mantenerlo, sí. Aquí algunos consejos para que lo que consigas, se quede contigo:
En definitiva, adelgazar rápido puede parecer tentador, pero cuando hablamos de salud, lo urgente rara vez es lo más inteligente. Si tu objetivo es sentirte mejor por dentro y por fuera, apuesta por un enfoque sostenible, respetuoso con tu cuerpo y acompañado de profesionales. Porque perder peso no debería ser una carrera contrarreloj, sino un proceso de cuidado y aprendizaje. Y recuerda: no hay dieta milagrosa que supere a unos buenos hábitos mantenidos en el tiempo.
Fuente:
Consulta a tu farmacéutico.
Tu farmacia y tu farmacéutico de confianza siempre cerca y disponibles para ti.
#palabradefarmacia
y recibe un 5% de descuento en tu próximo pedido.
¡y mucho mas!