Cómo bajar de peso sin perder el sentido común

Cuando finaliza la primavera, y, por fin, parece que hemos superado la desgana que nos deja a muchos -la astenia primaveral típica de esta estación del año-, llega. sin darnos cuenta, el ansiado verano. Sin casi quererlo, nos encontramos de frente con el mes de junio. Fruto de esa apatía primaveral, apenas ni hemos alcanzado de lejos los ambiciosos retos con los que poder remontar un invierno lleno de excesos.

Es, entonces, cuando las prisas llaman a nuestra puerta en diferentes formatos: “operación bikini”, “dieta milagro”, “adelgazar rápido” o “perder peso sin esfuerzo”. Distintos nombres para un denominador común: el fracaso y la frustración. Aparecen ante nosotros como auténticos “vendedores de biblias”, prometiendo lo imposible. 

Es tan grande el deseo de creer que podemos conseguir el objetivo en tan poco tiempo, que nos aferramos a las promesas, tan irracionales como peligrosas para nuestra salud, de esas propuestas milagrosas, para cambiar nuestros cuerpos y por qué no, también de paso nuestros cerebros, en apenas días. 

Querido lector, no es mi intención desanimarte en ese arranque de buenas intenciones que todos hemos tenido en numerosas ocasiones a las puertas del verano. En absoluto, vamos a aprovechar esa energía para empezar a hacer cambios, que, seguro, nuestras vidas están necesitando.  

Empecemos por realizar un llamamiento al sentido común, para poder obtener buenos resultados y duraderos en el tiempo.

Bajar de peso, sin duda, va de la mano de la palabra ‘perder’, pero procuremos perder solo grasa sin perder por el camino salud, tiempo, dinero… En fin, sin perder, el tan valorado y poco usado sentido común.

Pasos para perder peso sin perder la cabeza

1. El primer paso para afrontar un reto es saber de dónde partimos. Seamos realistas, si el verano ya está aquí, nosotros hemos llegado tarde. Tarde para querer ya lo que necesita tiempo para conseguirse. Empecemos cuanto antes, pero con los ojos puestos en el medio plazo y no creyendo que este verano encontraremos el resultado, porque lo que encontraremos es fracaso, que nos llevará a abandonar a la primera de cambio.
    
2. Apliquemos el sentido común. En una sociedad, donde la razón puede sobre el corazón, muchas son las ocasiones donde nos desconectamos de esa intuición, que, no pocas veces, es la que hace triunfar las ideas más insólitas. Escucha las señales de tu cuerpo para saber por dónde debes comenzar el camino. 
    
3. Hazte dos preguntas sencillas: ¿Qué me ha traído hasta aquí? ¿Cómo he acumulado estos kilos? Quizá se trata de un exceso de trabajo, de estrés. Quizá han sido problemas personales, que hemos gestionado comiendo de forma emocional. Tal vez ha sido una falta de planificación en los menús lo que ha terminado por acabar en un caos. O tal vez ha sido el sedentarismo el que se ha apoderado de nuestras vidas. 
   
   Una vez que entendamos qué es lo que ha ocurrido y, por tanto, sintamos cierto alivio que nos proporciona la comprensión del problema, podremos pasar al siguiente paso.
    
4. Márcate un objetivo realista. Analiza bien lo que te propones y si cuentas con los medios para conseguirlo.
    
5. Actúa. No te quedes pensando en exceso lo que deberías o no deberías hacer y ponte en marcha.

Si quieres empezar por tu cuenta, recuerda:

1. Haz una dieta sana y equilibrada. Guíate por el plato saludable. Asegúrate de que tomas suficientes frutas, verduras y legumbres. Incluye pescados, huevos y frutos secos. Los cereales que acostumbres a tomar, cuanto más integrales, mejor.
    
2. Respeta tus 8 o 9 horas de sueño. Dormir repara y equilibra todo el entramado hormonal que regula nuestro apetito.
    
3. Haz deporte. Entrena cada día en lo que puedas y te guste.
    
4. Mantén a raya tus niveles de estrés. El cortisol que se segrega en estas situaciones nos aleja del objetivo.

Perder peso no debe ser solamente una cuestión de números. Es un viaje hacia una nueva vida donde un gran número de hábitos saludables te están esperando. Es un viaje apasionante, pero no exento de dificultades. ¡No viajes solo, déjanos acompañarte!

Con frecuencia, utilizamos la báscula de la farmacia de nuestro barrio para hacer un seguimiento de nuestra evolución. Sin embargo, ya son muchas las farmacias que cuentan con un método de asesoramiento nutricional, guiado por un especialista, como Welnia Nutrición. En el artículo La farmacia como punto clave en el seguimiento de una dieta podrás descubrir las razones por las que apoyarte en lugares donde puedan acompañarte en este proceso.