La vacunación durante el embarazo suele generar dudas y cierta preocupación en la futura mamá. El objetivo de las vacunas en el embarazo es proteger a la madre y al niño desde los primeros momentos de la gestación y forman parte de los cuidados que tienes que seguir para preparar bien tu embarazo.
Según el Comité Asesor de Vacunas e Inmunizaciones de la Asociación Española de Pediatría, son pocas las vacunas contraindicadas en el embarazo, y únicamente por precaución, ya que forman parte del grupo de las llamadas vacunas vivas atenuadas, que se desaconsejan en este periodo.
La vacunación antes, durante y después del embarazo se centra en cuidar a la mujer y al bebé en esta etapa de la vida:
Las mujeres que planean un embarazo deben considerar la inmunización necesaria para protegerse y entre las vacunas imprescindibles están las de la varicela, la hepatitis B y el tétanos; además de las del sarampión, rubeola, parotiditis (las paperas), que están hechas con virus atenuados.
La vacuna frente a la COVID también se debe tener en cuenta cuando esté indicada por edad u otras circunstancias.
Hay que tener precaución con las vacunas vivas atenuadas, que incluyen las del dengue, fiebre amarilla, fiebre tifoidea oral, gripe intranasal, triple vírica (sarampión, rubeola y parotiditis), varicela y BCG (tuberculosis), ya que se recomienda evitar el embarazo durante los 28 días siguientes a la vacunación de estas infecciones.
Las vacunas recomendadas en España para todas las mujeres en cada embarazo son:
Aunque no hay pruebas de un efecto perjudicial para el feto, hay algunas vacunas que están contraindicadas en el embarazo. Eso no quiere decir que la vacunación sea una razón para la interrupción del embarazo. Las vacunas que no están recomendadas en el embarazo incluyen:
Con respecto a la vacuna frente al virus del papiloma humano, aunque no se ha relacionado con efectos adversos durante el embarazo, la evidencia sobre su seguridad y eficacia en este periodo es todavía limitada, por lo que no se recomienda administrarla durante el embarazo, pero sí antes o después. Lo mismo ocurre con la vacuna inactivada frente al herpes zóster.
Los efectos secundarios de las vacunas en el embarazo son muy leves y poco frecuentes, como sucede con cualquier medicamento. La reacción de la vacuna en el embarazo más frecuente es una molestia local donde se ha puesto la inyección, lo que puede provocar algo de dolor, enrojecimiento e hinchazón. Esas molestias, si aparecen, lo hacen en las primeras 48 horas y no requieren ningún tratamiento.
Tras la vacunación también puede aparecer cansancio, malestar general, dolor de cabeza y un poco de fiebre.
Cada vacuna en el embarazo tiene unas recomendaciones específicas según el calendario vacunal vigente. En general, se aconseja vacunarse lo antes posible entre las semanas 27 y 32 de gestación, ya que este es el periodo en el que la inmunización ofrece mayor protección tanto para la madre como para el bebé.
Además, es importante saber que debes vacunarte otra vez en cada nuevo embarazo, independientemente del tiempo transcurrido entre uno y otro.
Será siempre un profesional sanitario especializado, como la matrona o el obstetra (ginecólogo-obstetra), quien te indicará qué vacunas necesitas y cuál es el mejor momento para administrarlas, según tu historial médico y situación personal. En caso de que el embarazo esté muy avanzado, por ejemplo en la misma semana en que se espera el parto, estos profesionales también valorarán si todavía hay margen para obtener algún beneficio o si es preferible esperar al posparto.
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