Sarampión en España: síntomas, transmisión y la importancia de la vacunación

Sarampión en España: síntomas, transmisión y la importancia de la vacunación
Redacción Welnia
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Welnia

Jun 19, 2025
La movilidad entre países de personas no vacunadas está favoreciendo la aparición de brotes de sarampión en España.

¿Qué es el sarampión y cómo se transmite?

El sarampión es una infección causada por un virus muy contagioso que se transmite fácilmente a través del aire. Se trata de una enfermedad exantemática, es decir que se manifiesta con una erupción muy característica que se extiende por la piel, acompañada de fiebre y síntomas respiratorios.

Para evitar su propagación, es importante entender cómo se contagia el sarampión: al toser, estornudar o incluso al hablar, una persona infectada libera pequeñas gotas que pueden contagiar a quien esté cerca. El virus puede transmitirse desde unos días antes de que aparezca la erupción cutánea y hasta cuatro días después.

Lo habitual es que el virus del sarampión aparezca en la infancia, sobre todo entre los 2 y 6 años. Sin embargo, el sarampión en niños es cada vez menos frecuente gracias a la vacunación universal, que ha permitido disminuir la incidencia más de un 95 %. 

Sarampión en España: brotes y causas del repunte de casos

La Organización Mundial de la Salud certificó la eliminación del sarampión en España en 2016, y hasta hace poco los casos eran mínimos. Sin embargo, en los últimos dos años se ha registrado un repunte preocupante.

Según el Ministerio de Sanidad, hasta febrero de 2025 se habían notificado nueve brotes de sarampión con 110 casos confirmados, en su mayoría importados desde países donde el virus sigue circulando, como Marruecos o Rumanía.

Las comunidades más afectadas hasta ahora han sido Andalucía, Cataluña, País Vasco, Castilla-La Mancha y Aragón, donde se han detectado varios brotes de sarampión y cadenas de transmisión. En algunos casos, la propagación se ha producido en entornos familiares o laborales con baja cobertura vacunal, o incluso en centros sanitarios y educativos, donde el riesgo de contagio es especialmente alto.

¿A qué se debe este repunte? Por un lado, la movilidad internacional ha aumentado tras la pandemia, y con ella el riesgo de importar casos. Por otro, aunque la vacunación del sarampión en España mantiene una cobertura alta, existen grupos vulnerables, como adultos no vacunados o con pautas incompletas, personas inmunodeprimidas o bebés menores de 15 meses, entre quienes es más frecuente la transmisión del virus. Debido a este incremento de casos, el sarampión en España sigue bajo vigilancia estrecha. 

¿Cuáles son los síntomas del sarampión?

Se distinguen cuatro fases del sarampión que tienen características propias: 

1. Incubación (10-14 días) 

No hay síntomas, pero el virus ya está haciendo su trabajo.

2. Fase inicial o catarral (duración de unos 4 días) 

Aparecen los primeros síntomas del sarampión:

  • Fiebre alta (que puede subir y bajar).
  • Secreción nasal y tos seca.
  • Ojos rojos y llorosos, a veces con sensibilidad a la luz.
  • Malestar general.
  • Pequeñas manchas blancas en el interior de las mejillas (manchas de Koplik), que son muy características.

3. Fase del exantema (duración de unos 5 días) 

Aparece el típico exantema o erupción del sarampión en la cara y el cuello, que se va extendiendo por el cuerpo hasta llegar a manos y pies. También puede haber fiebre alta, cansancio extremo, somnolencia e irritabilidad. En ocasiones el sarampión pica y causa molestias.

4. Recuperación y descamación

Poco a poco, la fiebre baja y la erupción desaparece, dando paso a una descamación progresiva de la piel. En caso de que hayan quedado marcas o pequeñas heridas tras la erupción, es importante protegerlas adecuadamente del sol para evitar manchas.

¿Se puede confundir el sarampión con otras enfermedades?

Es fácil confundir el sarampión con otras enfermedades exantemáticas como la varicela o la enfermedad boca-mano-pie, ya que todas comparten síntomas como fiebre, malestar general y erupciones en la piel. Sin embargo, hay algunas diferencias clave que ayudan a distinguirlas. 

Por ejemplo, el exantema del sarampión suele comenzar en la cara, es de color rojo intenso, se extiende de arriba hacia abajo y está acompañado por fiebre alta, tos seca, conjuntivitis y las características manchas del sarampión en el interior de las mejillas (manchas de Koplik), que son exclusivas de esta infección.

La varicela, en cambio, se reconoce por la presencia de vesículas llenas de líquido que aparecen en oleadas, por lo que pueden coexistir pápulas, ampollas y costras al mismo tiempo. Además, la varicela produce un picor intenso desde el inicio y no afecta tanto a los ojos ni provoca síntomas respiratorios importantes. 

En cuanto a la enfermedad boca-mano-pie, es una infección viral benigna pero muy contagiosa frecuente en niños pequeños causada por virus de la familia Picornaviridae, del género enterovirus. Los síntomas típicos son fiebre, dolor de garganta, pérdida de apetito, irritabilidad y la aparición de llagas dolorosas en la boca, así como un sarpullido con ampollas en manos, pies y, a veces, glúteos.

Complicaciones del sarampión: por qué no es una enfermedad leve

Aunque suele verse como una enfermedad infantil leve, en muchos casos el sarampión es grave. Puede causar desde otitis, diarrea y neumonía hasta complicaciones más serias como encefalitis o panencefalitis esclerosante subaguda, un trastorno neurológico que aparece años después del contagio.

Las complicaciones del sarampión más frecuentes son respiratorias, aunque también pueden presentarse problemas digestivos o visuales. Por otra parte, el sarampión en el embarazo se asocia con malformaciones, abortos espontáneos o partos prematuros. 

Prevención del sarampión: la importancia de la vacuna

La prevención del sarampión pasa indiscutiblemente por la vacunación. En España, la vacuna del sarampión se administra a los niños en forma de triple vírica (junto con las de la rubeola y paperas) en dos dosis: la primera a los 12 meses y la segunda entre los tres y cuatro años de edad, con un intervalo mínimo entre dosis de cuatro semanas.

En adultos, la vacuna del sarampión está indicada para personas que no tengan la pauta completa documentada ni hayan pasado la enfermedad, así como para ciudadanos nacidos fuera de España que no cuenten con documentación de vacunación válida. 

La vacunación del sarampión en España ha permitido reducir drásticamente su incidencia y frenar las complicaciones. Mantener esta cobertura alta es fundamental para la prevención del sarampión y para que esta enfermedad se mantenga erradicada.

Fuente:

  • Sarampión. Organización Mundial de la Salud.
  • Sarampión. Asociación Española de Pediatría.
  • Sarampión. Clínica Universidad de Navarra.
  • Varicela. Clínica Universidad de Navarra.
  • Varicela. Mayo Clinic.
  • Rubeola. Mayo Clinic.
  • Sarampión. Comité Asesor de Vacunas e Inmunizaciones de la Asociación Española de Pediatría. 
  • Implicaciones para España del aumento de casos y brotes de sarampión a nivel mundial y europeo. Ministerio de Sanidad. Gobierno de España. 
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