¿Qué es la dermatitis atópica? Causas, síntomas y zonas más afectadas

¿Qué es la dermatitis atópica? Causas, síntomas y zonas más afectadas
Redacción Welnia
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Welnia

Sep 10, 2025
La dermatitis atópica provoca picor, sequedad y brotes en la piel; la hidratación y el cuidado diario son fundamentales para controlarla.

El 14 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Dermatitis Atópica, una fecha que busca visibilizar esta enfermedad y recordar la importancia de detectarla y tratarla a tiempo para evitar complicaciones.

¿Qué es la dermatitis atópica y cuáles son sus síntomas?

La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel, frecuente, sobre todo en la infancia. De hecho, seis de cada diez pacientes desarrollan la enfermedad en su primer año de vida y hasta un 85 % antes de los cinco años. Aunque muchos niños mejoran al crecer, un 25 % de los afectados mantienen la enfermedad en la edad adulta.  

Los síntomas de la dermatitis atópica, la forma más común de eccema en niños y adultos, incluyen piel seca, picor intenso y lesiones que cambian con el tiempo: en la fase aguda se ven parches rojos y escamosos que pican mucho y, en la fase crónica, la piel se vuelve más seca y engrosada por el rascado constante.

Causas y factores implicados en la dermatitis atópica

  • Genética y antecedentes familiares: tener padres con dermatitis atópica, asma o rinitis alérgica aumenta el riesgo de sufrir la enfermedad. Se han identificado mutaciones en genes, como el de la filagrina, que debilitan la barrera cutánea, aunque no son determinantes por sí solas.
  • Disfunción de la barrera cutánea: la piel pierde agua con facilidad, deja entrar agentes externos y activa el sistema inmune, lo que causa inflamación, sequedad y picor persistente.

  • Factores ambientales: el frío, el calor y la sudoración alteran el equilibrio de la piel, y la contaminación o el humo del tabaco la irritan, favoreciendo la aparición de brotes.

  • Irritantes y contacto con materiales: el agua dura, el cloro de las piscinas, los jabones agresivos y la ropa de lana o fibras sintéticas empeoran la irritación.

  • Aeroalérgenos y mascotas: la exposición a contaminantes y alérgenos puede agravar la enfermedad. Curiosamente, los perros parecen tener un efecto protector, mientras que el contacto con gatos aumenta el riesgo.

  • Uso temprano de antibióticos: pueden alterar la microbiota y aumentar la probabilidad de desarrollar dermatitis atópica.

  • Dieta: la alimentación materna rica en ácidos grasos y la lactancia exclusiva hasta los seis meses parecen ofrecer cierta protección, mientras que las dietas restrictivas pueden ser perjudiciales. En general, no hay alimentos estrictamente prohibidos para quienes tienen dermatitis atópica, aunque algunos pueden empeorar el picor en ciertas personas y conviene evitarlos. Algunos niños pueden estar sensibilizados a alimentos como la leche, el huevo, el cacahuete o el trigo, pero la eliminación solo se recomienda si existe evidencia clínica clara de que causan brotes. 

  • Estrés: favorece los brotes porque altera la producción de lípidos esenciales para mantener la barrera cutánea.

¿Por qué la dermatitis atópica empeora con el frío en otoño e invierno?

En otoño e invierno empeora la dermatitis atópica y aumenta el riesgo de brotes debido a varios factores. Los cambios bruscos de temperatura, del frío del exterior al calor de los espacios cerrados, favorece la deshidratación de la piel atópica y la aparición de lesiones.

El uso de más prendas de abrigo tampoco ayuda, ya que la sudoración irrita la piel y puede desencadenar un brote. A todo esto hay que sumar la baja humedad ambiental en espacios cerrados durante los meses fríos.

Recomendaciones para cuidar la piel con dermatitis atópica en otoño e invierno

La Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica ha elaborado una serie de recomendaciones para evitar el empeoramiento de la dermatitis atópica en otoño e invierno

  • Evitar las temperaturas extremas y los cambios bruscos de ambiente, procurando mantener en interiores una temperatura estable de entre 20 y 22 grados.

  • Ventilar a diario las habitaciones para reducir la sequedad causada por la calefacción.

  • Mantener la humedad ambiental por encima del 30 % utilizando humidificadores o recipientes con agua sobre los radiadores.

  • Proteger las zonas expuestas al frío, como manos y cuello, con prendas de fibras naturales.

  • Hidratar la piel con cremas y emolientes específicos como parte del tratamiento de la dermatitis atópica, y mantener una adecuada ingesta de agua. Si además quieres cuidar tu cuero cabelludo, no te pierdas estas recomendaciones.

  • Elegir ropa de algodón o tejidos naturales y evitar la lana, que puede causar irritación e inflamación.

  • Prevenir la sudoración excesiva no abrigándose en exceso y retirando las prendas de abrigo al entrar en lugares cerrados.

  • Ducharse de forma breve, con agua tibia y productos suaves, evitando frotar la piel con esponjas o guantes.

  • Usar protección solar adecuada para pieles atópicas cuando se sale al exterior, incluso en invierno y durante los brotes.

¿En qué zonas aparece la dermatitis atópica y a quién afecta?

La localización de las lesiones en la dermatitis atópica varía según la edad del paciente, existiendo tres fases clínico-evolutivas. No obstante, las manifestaciones pueden diferir de una persona a otra, por lo que esta clasificación es orientativa y puede no reflejar todos los casos.

Bebés y lactantes: cómo reconocerla a tiempo (2 meses a 2 años)

En bebés y lactantes, las lesiones agudas se manifiestan con enrojecimiento, vesículas y costras que no deben confundirse con la costra láctea. Son frecuentes las marcas de rascado y las lesiones detrás y debajo de las orejas que pueden sobreinfectarse. El área del pañal suele estar respetada. El picor provoca irritabilidad y alteraciones del sueño.

Niños: manifestaciones típicas en la infancia (2 años hasta la pubertad)

En los niños de entre 2 y 12 años, predominan las placas subagudas rojo-escamosas, a veces con costras, de forma bilateral y simétrica, especialmente en los pliegues de brazos y piernas, cuello, muñecas y tobillos. El rascado continuo genera escoriaciones y los brotes prolongados pueden derivar en placas crónicas.

Adultos: piel atópica en la edad adulta (fase adolescente y adulta)

Predominan las placas liquenificadas crónicas, con brotes intermitentes agudos o subagudos en dorso de las manos, la cara (incluyendo párpados y región perioral), cuero cabelludo, el cuello y las zonas de flexión. Es habitual el eccema de pezón, especialmente en adolescentes mujeres, y puede aparecer afectación ungueal secundaria en las manos.

En adultos, es importante diferenciar entre dermatitis atópica y dermatitis seborreica. La dermatitis atópica se caracteriza por piel seca, agrietada, enrojecida, con pequeñas protuberancias y engrosamiento en algunos casos, apareciendo con frecuencia en pliegues como los codos, detrás de las rodillas y el cuello. En cambio, la dermatitis seborreica afecta sobre todo las zonas grasas del cuerpo, como el cuero cabelludo, la cara, cejas, orejas, axilas o pecho, y se manifiesta con piel grasosa, escamas blancas o amarillas y costras, apareciendo en los bebés como la llamada costra láctea. 

Mientras que la dermatitis atópica suele alternar brotes y remisiones, la dermatitis seborreica se relaciona con la producción de grasa en la piel y se presenta de manera más persistente en esas zonas.

Tratamiento de la dermatitis atópica

  • Cuidado de la piel y medidas generales: la base del tratamiento de la dermatitis atópica son las cremas hidratantes, que aunque no curan la enfermedad, ayudan a mantener la piel en buen estado y a retrasar los brotes. Se recomienda aplicarlas después del baño y varias veces al día, utilizando productos con lípidos estructurales como ceramidas, urea, ácidos grasos omega 6 o alfa hidroxiácidos. 

  • Tratamiento médico tópico: incluye corticoides locales e inhibidores de la calcineurina. Los corticoides se usan preferentemente en fases agudas para controlar la inflamación y siempre bajo indicación médica. En casos de sobreinfección bacteriana, se pueden incluir antibióticos. 

  • Tratamiento sistémico: se reserva para casos extensos, graves o resistentes al tratamiento local. Puede incluir antihistamínicos, antibióticos, corticoides, ciclosporina, mofetil micofenolato, azatioprina, inmunoglobulina intravenosa, fototerapia y terapias biológicas.

Fuente:

  • ​Guía para pacientes con dermatitis atópica. Academia Española de Dermatología y Venereología.
  • Dermatitis atópica. Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica.
  • Cómo calmar los síntomas de la dermatitis atópica en invierno. Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica. 
  • Convivir con la dermatitis atópica. Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid. 
  • Dermatitis atópica (eccema). Manual MSD. 
  • Tipos de dermatitis. Clínica Mayo.
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