La psoriasis es una enfermedad que evoluciona por brotes, es decir, que hay épocas en las que los síntomas remiten y otras en las que empeoran. En la actualidad no hay un tratamiento curativo, por lo que su abordaje se centra en reducir los síntomas y las lesiones que provoca, principalmente en la piel.
A continuación vamos a resolver algunas de las principales dudas en torno a esta enfermedad.
La causa de la psoriasis es desconocida. Se sabe que es una enfermedad determinada, en parte, por una predisposición genética. También existen diferentes factores ambientales que pueden desencadenarla en estas personas predispuestas, como algunas infecciones (amigdalitis), el estrés emocional, ciertos medicamentos, los traumatismos, etcétera..
La forma más frecuente de psoriasis es la que afecta a la piel, en la que aparecen placas eritematosas con escamas blancas típicas de esta enfermedad. Los principales síntomas de la psoriasis son lesiones secas, elevadas y enrojecidas que pueden producir dolor, picor y resquebrajamiento de la piel. En ocasiones, estas lesiones son pequeñas y están repartidas por todo el cuerpo, y otras veces aparecen pústulas (pequeñas cavidades llenas de pus).
Las zonas en las que suelen aparecer las placas son en los codos, rodillas, cuello, cuero cabelludo, espalda o nalgas. Aunque también pueden darse por debajo de las uñas de manos y pies (provocando hendiduras, crecimiento anormal y decoloración), en las axilas y en las ingles, entre otras.
Pero esto son solo los síntomas “visibles”, pues la psoriasis tiene un impacto en la vida cotidiana de los que la sufren que va mucho más allá de la piel.
No. La psoriasis no es una infección, por lo que no se contagia.
En función de la forma y el patrón de las escamas en la piel, la psoriasis se puede clasificar en:
Existen múltiples tratamientos para la psoriasis, tanto tópicos como sistémicos. Según el paciente, el tipo de psoriasis, la localización y la extensión, el dermatólogo escogerá el tratamiento más adecuado para cada uno.
Los tratamientos para la psoriasis hacen desaparecer las placas pero no curan definitivamente la enfermedad. Por ello, es importante cumplir el tratamiento prescrito y no suspenderlo por cuenta propia para evitar un posible rebrote intenso.
La psoriasis y la dermatitis son dos enfermedades distintas. Como hemos comentado, la psoriasis cursa en brotes con placas que producen unas lesiones secas, enrojecidas y que sobresalen en la piel. Por su parte, la dermatitis aparece cuando se produce una inflamación en la capa superficial de la piel, provocando lesiones en forma de costra y descamación. Por esas manifestaciones, se pueden llegar a confundir.
Además de los tratamientos médicos, es importante tener una buena higiene de la piel para evitar infecciones o brotes de la enfermedad.
Para lograr una buena higiene de la piel y del cuero cabelludo también es importante elegir productos específicos de farmacia para este tipo de pieles:
Recuerda siempre preguntar a tu farmacéutico de confianza, experto en dermofarmacia. Te resolverá cualquier duda que tengas.
Fuente:
Consulta a tu farmacéutico.
Tu farmacia y tu farmacéutico de confianza siempre cerca y disponibles para ti.
#palabradefarmacia
y recibe un 5% de descuento en tu próximo pedido.
¡y mucho mas!