Alergia al polen: cómo se diagnostica

Alergia al polen: cómo se diagnostica
Redacción Welnia
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Welnia

abr 27, 2023
La alergia al polen es una reacción del organismo cuando entra en contacto con un alérgeno. Las pruebas cutáneas son las más empleadas para diagnosticarla.

Picor de nariz y de ojos, estornudos, dificultad para respirar… Con la llegada de la primavera, los alérgicos al polen se enfrentan a estos molestos síntomas y deben tomar medidas para evitar todo lo posible la exposición a este alérgeno.

¿Qué es la alergia al polen?

La alergia al polen es una reacción inmunológica exacerbada ante una exposición directa al polen, normalmente de las gramíneas, de las que hay más de 12.100 especies distintas. 

La exposición al polen causa una reacción del organismo al identificarlo como un elemento nocivo. Así, se pone en marcha todo un mecanismo inmunológico que se traduce en síntomas nasales, oculares, respiratorios…

¿Cuáles son los síntomas de la alergia al polen?

Los principales síntomas de la alergia polen son:

  • Picor de nariz y congestión nasal. 
  • Rinorrea.
  • Estornudos.
  • Picor de ojos, lagrimeo y enrojecimiento. 
  • Tos seca.
  • Dificultad respiratoria y pitidos. 

Pruebas para detectar la alergia al polen

Para conocer la causa de la alergia, se realizan distintas pruebas, entre las que destacan las cutáneas. 

Entre las pruebas más utilizadas están las siguientes: 

  • Prick test o prueba intraepidérmica. Se pone una gota del extracto alergénico seleccionado sobre la piel, donde se realiza una punción con una lanceta. Se suelen emplear extractos de aeroalérgenos, alimentos, medicamentos, himenópteros y cualquier otro alérgeno que necesite una confirmación de hipersensibilidad.

  • Prueba intradérmica. Con este método, el extracto alergénico se diluye en agua y se introducen 0,1 ml en la piel mediante una aguja muy fina. A la media hora se pueden saber los resultados y a las 24 horas se obtienen los retardados para catalogar la sensibilización en función del resultado. En principio, solo se hace para alérgenos de plantas y no se recomienda para alimentos ni para la mayoría de los inhalantes. Es importante saber que la prueba intradérmica lleva consigo riesgos, puesto que puede producirse una reacción intensa. 

  • Prueba epicutánea o test del parche. Se pone un parche sobre la piel con las sustancias que provocan las reacciones por contacto. El parche se mantiene durante 48 horas y la respuesta se observa hasta 2 días después de su retirada. De esta forma, se puede conocer si hay una hipersensibilidad retardada. Esta prueba sí que sirve para ver si existe una alergia a medicamentos. 

  • Pruebas de exposición. Se emplean cuando existen dudas diagnósticas. Su indicación es para confirmar la tolerancia de la posible causa de una reacción alérgica, cuando el resto de las pruebas no son concluyentes. 

Tratamiento de la alergia al polen

Existen varios tratamientos para la alergia al polen. Los fármacos que más se emplean son los antihistamínicos. Su acción se centra en el bloqueo de la  histamina, una sustancia que produce nuestro organismo al entrar en contacto con el alérgeno y que desencadena los síntomas anteriormente descritos. 

Como la histamina también interviene en la regulación de los ciclos del sueño, no es raro que con los antihistamínicos de primera generación se tenga algo más de somnolencia. También pueden producir algo más de apetito, porque la histamina está presente en la secreción de jugos gástricos. Entre los antihistamínicos más empleados están los siguientes: 

  • Ebastina.
  • Cetirizina.
  • Desloratadina.
  • Levocetirizina.
  • Loratadina.

Otra opción terapéutica es la inmunoterapia, esto es, las vacunas. Se elaboran con los compuestos alérgenos para el paciente y permiten una exposición continua para la habituación del sistema inmune a dicho compuesto. Por eso, se fabrican de forma individual para cada persona en función de los alérgenos que producen su malestar. Se pueden administrar inyectadas, de forma subcutánea o sublingual. El tiempo recomendado de inmunoterapia es de entre 3 a 5 años.

El alergólogo es el profesional que debe prescribir las pruebas específicas para efectuar un correcto diagnóstico de la alergia.

Consejos para sobrellevar la alergia primaveral

Para sobrellevar los síntomas de la alergia es importante evitar la exposición al polen, para lo que es útil consultar los niveles diarios de pólenes y posibles previsiones. 

En el artículo de Welnia ¿Alérgico al polen de gramíneas? Lo que te espera en primavera tienes toda la información sobre las previsiones para estos meses tan molestos para los alérgicos. La buena noticia de 2023 es que se espera una primavera moderada en cuanto a polen de gramíneas. 

No obstante, estas recomendaciones te pueden servir para lidiar con los peores días: 

  • Cierra las ventanas de casa, sobre todo cuando hace viento. De esta forma, evitarás que el polen entre.
     
  • Evita pasear al aire libre al atardecer, sobre todo en zonas con abundante vegetación. Si hace mucho viento, es mejor que te quedes en casa. 
     
  • No seques la ropa en el exterior en los días que haya un alto recuento de polen.
     
  • Cuidado con cortar el césped, ya que remueve el polen. Aunque no lo cortes tú, no estés cerca cuando lo estén cortando o esté recién cortado. 
     
  • Limpia bien los filtros del aire acondicionado.
     
  • Si es necesario, utiliza mascarilla los días de mayor concentración de polen.

Fuente:

  • Alergia al polen. Clínica Universidad de Navarra. 
  • Alergia primaveral: síntomas y tratamientos. Normon.
  • El diagnóstico alergológico. Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica.
  • Información general sobre la alergia al polen. Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza.

 

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