Hidradenitis supurativa: qué es y cuál es su tratamiento

La hidradenitis supurativa, también conocida como acné inverso o hidrosadenitis, es una enfermedad cutánea que afecta aproximadamente a entre el 0,7 % y el 1,2 % de la población. Aunque no es una enfermedad contagiosa o infecciosa, tiene un gran impacto en quien la padece. 

La hidradenitis supurativa es más frecuente en las mujeres, pero más grave en los hombres, y la forma de presentación puede variar de una persona a otra. Los casos más leves cursan con pequeños bultos, puntos negros o quistes, y los más graves presentan fístulas y abscesos, generalmente dolorosos. 

¿Qué es la hidradenitis supurativa?

La hidradenitis supurativa es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que aparece en forma de brotes en los que se desarrollan forúnculos, nódulos dolorosos y/o abscesos que se localizan sobre todo en las axilas, la ingle y la región anogenital. Estas lesiones son popularmente conocidas como golondrinos.

Causas de la hidradenitis supurativa

No se conocen bien las causas de la hidradenitis, pero sí los pasos que llevan a su desarrollo: 

• El folículo piloso se obstruye con la queratina, que es una proteína de la piel, el pelo y las uñas.
   
• A medida que se acumulan la queratina y el sudor, que no puede salir porque el folículo piloso está obstruido, las bacterias se reproducen en su interior.
   
• Cuando un folículo piloso tiene más queratina, sudor y bacterias de las que puede contener, se rompe y se desarrolla un grano profundo, un nódulo o un bulto doloroso o con pus (un absceso).
   
• Ese pus que sale del folículo piloso abierto se puede extender a los folículos cercanos y formar más lesiones, lo que se conoce como trayecto fistuloso. 
   
• Una vez que se curan las lesiones, quedan cicatrices que, en ocasiones, son molestas.

La hidradenitis supurativa suele cursar en brotes en los que aparecen granos o abscesos dolorosos.

Diagnóstico de la hidradenitis supurativa

El diagnóstico de la hidradenitis supurativa se basa en el examen físico de las lesiones por parte del dermatólogo. En ocasiones hay que recurrir a la ecografía cutánea, sobre todo cuando se quiere conocer la gravedad y la extensión de la enfermedad. 

Es importante establecer un diagnóstico precoz de la enfermedad para tratarla cuanto antes y evitar que se cronifique o extienda por otras partes del cuerpo. 

La hidradenitis supurativa se clasifica en tres estadios: 

1. En el primero aparecen abscesos aislados solitarios o múltiples, sin formación de cicatrices ni trayectos fistulosos. 
    
2. En el segundo los abscesos son recurrentes y las lesiones aparecen de forma aislada o en conjunto separadas entre sí, pero ya se empiezan a ver trayectos fistulosos.
    
3. En el tercero, las lesiones son extensas con distintos trayectos fistulosos que se conectan entre sí y también hay abscesos. 

Tratamientos para la hidradenitis supurativa

El tratamiento de la hidradenitis supurativa dependerá del tipo de lesiones cutáneas que aparezcan y de cómo hayan evolucionado. En líneas generales se emplean antibióticos; corticoesteroides tópicos, intralesionales u orales; retinoides tópicos y/u orales; antiandrógenos, y fármacos siempre prescritos por el médico. En algunos casos también es necesario drenar los abscesos o extirparlos.

¿Qué pasa si no se trata la hidradenitis supurativa?

Si no se trata la hidradenitis supurativa, los folículos pilosos pueden seguir obstruyéndose y reventarse. Además, eso hace que se formen trayectos fistulosos que pueden dar lugar a infecciones graves y a la aparición de molestas cicatrices.

¿Qué es bueno para la hidradenitis supurativa?

Puesto que el tabaco y la obesidad son factores de riesgo relacionados con la aparición de la hidradenitis supurativa, se recomienda dejar de fumar, llevar una vida activa y cuidar la alimentación para evitar posibles brotes.