Endometriosis: qué es, síntomas y consecuencias para la fertilidad

El 14 de marzo se celebra el Día Mundial de la Endometriosis, una enfermedad inflamatoria benigna que aparece cuando el tejido del endometrio se implanta fuera del útero, debido a un desarrollo incorrecto del endometrio. De esta forma, produce adherencias en los órganos en los que se sitúa. Dicho tejido puede alojarse en distintos sitios del abdomen, pero lo más común es que se localice en el peritoneo de la pelvis y en los ovarios. 

Cuando el tejido del endometrio se implanta en otra localización, puede provocar inflamación y hemorragia, la propia de la menstruación. 

Existen varios tipos de endometriosis, dependiendo de dónde se localice:

• Lesión peritoneal superficial. Este es el tipo más común y puede causar lesiones en el peritoneo que recubre la cavidad pélvica.

• Endometriosis ovárica. Se caracteriza por la aparición de endometriomas, quistes oscuros llenos de líquido, también llamados quistes de chocolate. Pueden dañar el tejido sano.

• Endometriosis infiltrante profunda. Este tipo crece debajo del peritoneo y puede afectar a los órganos cercanos al útero, como los intestinos o la vejiga. 

¿Cuáles son los síntomas de la endometriosis?

El dolor es uno de los síntomas más característicos de la endometriosis. También se puede presentar de las siguientes formas: 

1. Dismenorrea. Es el dolor que se tiene en la menstruación. En las mujeres que tienen endometriosis, el dolor surge más tarde que el propio de los ciclos menstruales y su intensidad crece según pasa el tiempo. Ese dolor se asocia con las prostaglandinas, que hacen que aparezcan contracciones en el útero que suelen ser intensas. Para saber cómo hacer frente al dolor menstrual puedes consultar nuestro artículo titulado Que el dolor menstrual no te detenga.
    
2. Dispareunia o dolor durante las relaciones sexuales. La penetración vaginal puede presionar alguna zona que esté afectada por la endometriosis, como los ovarios, el techo vaginal y los ligamentos uterosacros.
    
3. Sangrado uterino anómalo. Algunas mujeres tienen sangrados distintos a los de la menstruación, como consecuencia de que el ciclo del endometrio se ha alterado, lo que favorece la aparición de hemorragias.
    
4. No quedarse embarazada. En ocasiones, no quedarse embarazada es el motivo de consulta que desvela la presencia de la endometriosis.

El dolor es uno de los síntomas más característicos de la endometriosis.

¿Qué consecuencias puede tener la endometriosis para la fertilidad?

La endometriosis es una de las causas frecuentes de infertilidad, aunque no siempre afecta a la fertilidad. De hecho, muchas mujeres conocen que tienen la enfermedad cuando consultan por problemas de fertilidad. 

Cuando el tejido del endometrio está situado en los ovarios puede bloquear la liberación de los óvulos impidiendo que se fecunden. También puede entorpecer que los espermatozoides lleguen a las trompas de Falopio y transiten por ellas hasta el útero para su implantación. 

Otra de las causas de la infertilidad en las mujeres con endometriosis es que no pueden tener una normal ovulación y fabricar las hormonas sexuales adecuadas. 

Además, hay que tener en cuenta que las mujeres con endometriosis presentan un riesgo mayor de aborto, pero la buena noticia es que este riesgo disminuye una vez que se trata la enfermedad y aumenta la probabilidad de embarazo. 

¿Cómo se trata la endometriosis?

El tratamiento de la endometriosis depende de cada caso y del grado de afectación. En líneas generales, hay dos posibles abordajes: el farmacológico y el quirúrgico. Es necesario acudir al profesional sanitario para recibir una valoración y que este tome una decisión al respecto. 

El tratamiento farmacológico puede incluir los siguientes fármacos:

• Antiinflamatorios para la dismenorrea. 

• Anticonceptivos orales para remitir la sintomatología, el dolor menstrual y la regla abundante. 

• Antiprostaglandínicos para controlar la dismenorrea.  

• Gestágenos. Dificultan la proliferación de los focos de endometriosis y produce amenorrea.

• Hormonas androgénicas. Para la supresión de la función ovárica. 

• Análogos de la hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH). Favorece el control del crecimiento del tejido endometrial. 

La cirugía está indicada para retirar el crecimiento del tejido del útero fuera de este. Se suele hacer por laparoscopia, una intervención de mínima invasión en la que se emplea una guía con una cámara para ver dentro del abdomen. Aunque en ocasiones es necesario llevar a cabo una cirugía más extensa para extirpar todo el tejido que hay en el abdomen. En los casos más extremos, hay que hacer una histerectomía (extirpación parcial o total del útero) y una extirpación de los ovarios.