Ciática: descubre qué es y cómo se previene

Ciática y nervio ciático

El término «ciática» se refiere a un dolor que irradia a lo largo del trayecto del nervio ciático, que se ramifica desde la parte inferior de la espalda a través de las caderas y los glúteos y hacia abajo de cada pierna. Por lo general, la ciática afecta solo a un lado del cuerpo. 

Se trata de una de las primeras causas de absentismo laboral, pero es raro que se mantenga en el tiempo. Tras una fase aguda en la que el dolor puede ser intenso, la mayoría de las personas mejoran por sí mismas sin requerir tratamiento médico alguno.

Las causas más habituales de la ciática están relacionadas con la edad:

• La lesión por pinzamiento o aplastamiento del nervio ciático.
• La degeneración de los discos lumbares.
• La aparición de hernias discales o la llamada “estenosis de canal”.
• El sobrepeso.
• La realización de un sobreesfuerzo.
• El embarazo.
• Contusiones y golpes en la práctica de deportes intensos.
• Irritación de las articulaciones y músculos de la pierna o pelvis vecinos al nervio.

Síntomas de la ciática

Es muy raro que sientas molestias en ambas piernas a la vez; lo más habitual es tener molestias solo o predominantemente en la pierna derecha o en la izquierda, que comienzan en la parte baja de la espalda y/o glúteos siendo mucho más intenso el dolor en la parte posterior de la pierna. La sensación dolorosa y entumecimiento puede extenderse hasta los dedos de tu pie haciendo que cojees o que camines «arrastrando» la pierna.

Suele empeorar con un movimiento brusco (levantarse de la cama o de un asiento), posiciones mantenidas (por ejemplo, estar sentado durante un rato puede llegar a ser insoportable…) o al realizar un esfuerzo físico tipo carga de peso (coger una bolsa, mover un mueble…)

En muchos pacientes aparece después de un episodio de lumbalgia… el dolor de espalda desaparece y a continuación se inicia el dolor en la pierna.

Tratamiento

Debido a que la ciática es un síntoma de otra afección, la causa debe identificarse y tratarse. En algunos casos, no se requiere ningún tratamiento. Para calmar los síntomas y reducir la inflamación se suelen recomendar medidas no farmacológicas (ver infografía) y medidas farmacológicas como analgésicos de venta libre como ibuprofeno o paracetamol.

Pautas para reducir el riesgo

• Usa técnicas apropiadas para levantar objetos de peso. Levanta la espalda derecha y apoya el peso en caderas y piernas, sujetando el objeto lo más cerca posible del cuerpo.
• Evita permanecer sentado o acostado de forma prolongada ejerciendo presión sobre los glúteos.
• Al sentarte, vigila que la espalda esté bien pegada al respaldo y los pies apoyados en el suelo, pero sobre todo hay que asegurar un buen apoyo en la zona lumbar y cambiar de postura cada hora.
• La mejor postura para dormir es la posición fetal, con una almohada entre las piernas.
• El ejercicio físico mejora la musculatura de la espalda y del abdomen, lo que ayuda a que la columna mantenga su posición erguida y a evitar sobrecargas y esfuerzos de flexión sobre vértebras y ligamentos.
• Una buena alimentación ayuda a mantener un peso equilibrado. El exceso de peso influye negativamente en la espalda.