Un andador, mucho más que un apoyo

Los andadores para adultos son un producto de ortopedia que facilitan el desplazamiento a personas mayores o adultos con algún problema de movilidad, estabilidad y/o equilibrio. Por regla general, cuando hablamos de productos ortopédicos, la connotación es negativa. Sin embargo, creemos que es hora de cambiar esa percepción y transformarla en algo positivo cuando el uso de un determinado artículo, en este caso un andador, implica prevención y calidad de vida.

Como cuidador, sabemos que es difícil para ti recomendar a alguien la utilización de un producto que en un principio sugiere reconocer limitaciones. Sin embargo, si das la vuelta al tema y analizas con él o ella las ventajas y la ayuda que puede suponer en su día a día, se dará cuenta de que es el “amigo” perfecto para ganar dependencia en su rutina de forma segura.

La autonomía e independencia, unidas a la seguridad, pueden mejorar de forma notable su calidad de vida en el plano físico y, sin duda, tendrá también repercusiones positivas en el plano psicológico.

Cómo elegir el andador adecuado

A la hora de elegir un andador, lo primero es tener en cuenta una serie de aspectos claves, tales como las características anatómicas de la persona, su grado de dependencia, capacidades funcionales, entre otras. En este punto, puedes consultar a su médico la conveniencia o no de utilizarlo y posteriormente acudir a tu farmacéutico de confianza para que te oriente sobre la variedad de andadores que ofrece el mercado y el tipo que mejor se adapte a las necesidades específicas de la persona que lo va a utilizar.

Entre las características principales a tener en cuenta a la hora de la compra, destacamos dos: por un lado, las medidas (altura y anchura) y, por otro, los lugares de uso del andador, es decir, si se va a usar solo en casa (andador de interior o deambulador), solo en la calle (con ruedas de exterior, tipo rollator) o un uso mixto, en casa y calle. También es importante tener en cuenta el tipo de material, que aporte ligereza y fácil manejo. Por último, comprobarás que las opciones en cuanto a diseños, posibilidad de personalización y accesorios son amplias y variadas. Pregunta, pide asesoramiento y elegirás el más adecuado.

Recomendaciones para acompañar a una persona con andador

Muchas de las personas que usan andador, sobre todo al principio, necesitan un acompañante. A continuación te mostramos una serie de pautas que pueden ser de utilidad a la hora de acompañarles:

• Revisa su calzado y comprueba que es cómodo y que cuente con una suela que no resbale en ningún tipo de superficie. También es importante que la ropa sea holgada y que proporcione libertad de movimientos.
• Acerca a la persona al andador hasta que pueda sujetarlo con firmeza y que no exista el riesgo de que se vaya a caer.
• Si la persona es diestra, colócate a su lado derecho, mientras que si la persona es zurda, deberás hacerlo al izquierdo.
• Sujeta el andador con la mano derecha, o con la izquierda si te encuentras en el lado izquierdo. La mano que te sobre debe estar colocada en la parte baja de la espalda de la persona a la que acompañas.
• Debes mantenerte siempre en su campo visual. De esta forma, podrá mirarte sin que tenga que girar la cabeza. Es un pequeño gesto que evitará posibles desequilibrios.