Cólicos del lactante: ¿qué podemos hacer?

Cólicos del lactante: ¿qué podemos hacer?
Redacción Welnia
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Welnia

may 14, 2021
En ocasiones, los bebés empiezan a llorar sin motivo aparente. Este llanto genera mucha frustración y ansiedad en los padres. El primer consejo es armarse de paciencia, saber identificarlo y tratar de aliviarlo

Los cólicos del lactante son bastante frecuentes, pues uno de cada cuatro niños los padece durante los primeros meses de vida. Es normal que un bebé llore en determinadas situaciones: porque tenga hambre o sed, incomodidad por calor, frío o el pañal mojado, ruido ambiental o, simplemente, como forma de reclamar atención o contacto de sus padres. En esos casos el bebé se tranquiliza si se satisfacen sus demandas. Pero en los cólicos del lactante el bebé sigue llorando.

Los cólicos del lactante se definen como episodios recurrentes y prolongados de llanto intenso o irritabilidad, que suceden sin una causa aparente y que a los padres les cuesta mucho resolver. Pocas cosas pueden ser más frustrantes para unos padres que ver a su bebé llorando de manera continua sin causa aparente.

Sobre el cólico del lactante

Suele aparecer a partir de los 15 días de vida, siendo especialmente frecuente en torno al mes y medio y desapareciendo hacia los 4 meses de edad. Por esa razón, se conocen también como cólicos del primer trimestre. Si el bebé sigue llorando excesivamente después de esta edad, la causa de sus llantos podría ser otro problema de salud. El pediatra le ayudará a descartar que el llanto se deba a otro tipo de problemas o a alguna enfermedad.

La causa de los cólicos del lactante no se conoce bien, por lo que se han propuesto diversas explicaciones. Pueden estar influidos por factores psicológicos y sociales, como una excesiva estimulación del bebé, una respuesta exagerada o ansiosa ante su llanto, cambios constantes en la rutina diaria, así como el cansancio y la inexperiencia de los padres (es más frecuente en el primer hijo). Por parte del bebé puede existir una hipersensibilidad ante determinados estímulos. También se plantean causas digestivas, como la propia inmadurez del aparato digestivo de los bebés, con mucha facilidad para que las fibras musculares del intestino se contraigan generando cólicos dolorosos y dificultad para expulsar los gases. Pueden influir alteraciones en la flora bacteriana intestinal o la presencia de estreñimiento.

Cómo tratar el cólico del lactante

No hay ningún tratamiento que, aplicado de forma aislada, se haya demostrado que haga remitir los cólicos. Pero hay formas de hacer que la vida sea más fácil, tanto para los padres como para su bebé.

- En primer lugar, si el bebé no tiene hambre, no intentar seguir alimentándolo. En lugar de eso, es mejor tratar de consolarlo: no se está "malcriando" o "mimando" al bebé por dedicarle atención.

Mecerse en una mecedora con el bebé, pasearse llevando en brazos al bebé, probando diferentes posturas.

- Intentar hacer eructar al bebé más a menudo durante las tomas.

- Colocarse al bebé en el regazo, estirado boca abajo, y frotarle suavemente la espalda.

- Colocar al bebé en un columpio o en una sillita provista de vibrador. El movimiento podría tener un efecto reconfortante sobre él.

- Colocar al bebé en su sillita de seguridad en los asientos posteriores del coche y darle una vuelta en coche. La vibración y el movimiento del coche suelen tranquilizar a los bebés.

- Ponerle música al bebé; algunos bebés responden positivamente al sonido, aparte de al movimiento.

- Llevar a bebé a una habitación donde esté funcionando una secadora de ropa, una máquina de ruido blanco o una aspiradora. A algunos bebés les reconforta un ruido de fondo constante y a bajo volumen.

- Otros bebés necesitan una reducción de la estimulación ambiental. A los bebés de dos meses o menos, les puede ir bien que los envuelvan en una manta y los lleven a una habitación que esté en penumbra.

Cuidado al cuidador

Por último, este mensaje va dirigido a los padres. Cuidar de un bebé con cólicos puede ser bastante frustrante, así que como padres asegurad también vuestro cuidado.

No conviene culparse por el llanto constante del bebé: el cólico no es culpa de nadie.

En caso de lactancia materna, se aconseja a la madre no tomar café, bebidas a base de cola u otros estimulantes; evitar la fatiga y el agotamiento; realizar una siesta diaria si no descansa por la noche; salir de casa para despejar la mente y muy importante, pedir ayuda.

Afortunadamente, pese a todas las preocupaciones que puede generar, los cólicos del lactante son un trastorno benigno, que desaparece por sí sólo tras los primeros meses de vida y que no produce secuelas en el niño. Si tienes más dudas o necesitas consejo, además de tu visita periódica al pediatra, siempre tendrás a mano cerca de ti, tu farmacia.  

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