¿Qué es el acné? 10 medidas para controlarlo

El acné, caracterizado por esos molestos granitos que preocupan a miles de adolescentes, aparece cuando se produce una inflamación de la glándula sebácea y el folículo piloso de la piel. Esa inflamación surge por la infección que provocan los diferentes microorganismos presentes en la piel, proceso que se manifiesta en esos antiestéticos granos en la cara.

Hay que tener en cuenta que en la aparición del acné influyen las hormonas y los factores hereditarios y psicológicos. La buena noticia es que, en la mayoría de los casos, desaparece con la edad.

¿Qué es el acné?

La Academia Española de Dermatología y Venereología define el acné como un proceso inflamatorio que afecta a la unidad pilosebácea; es decir, al pelo y a las glándulas sebáceas. Se localiza sobre todo en la cara, el pecho y la espalda. Normalmente surge en la pubertad, pero puede aparecer en otras etapas de la vida, como en los recién nacidos y los adultos.

Causas del acné

La grasa que se produce en la piel es la causa fundamental, pero no la única, del acné. A consecuencia de esa sobreproducción de grasa se taponan los folículos de la piel que se inflaman y se pueden infectar. 

Las otras causas que hay que considerar son:

• Hormonas. Los cambios hormonales, sobre todo la presencia de andrógenos, favorecen la aparición del acné juvenil.

• Alteraciones en la microbiota bacteriana de la piel. Cutibacterium acnes, previamente denominado Propionibacterium acnes y una bacteria presente en los poros de la piel, puede ser la causa de algunos casos de acné. 

• Secreción sebácea. Cuando las hormonas actúan sobre las glándulas sebáceas, favorecen la formación de granos acneicos. 

• Alimentación. Parece ser que los lácteos, sobre todo los desnatados, y los alimentos con alta carga glucémica son los que más se relacionan con el acné. 

• Herencia. Si tus padres lo han tenido, es probable que tú también lo tengas, sobre todo cuando se trata de casos de acné grave.
   

¿Cuáles son los principales tipos de acné?

El acné juvenil, que aparece en la adolescencia, es el tipo de acné más frecuente. Se manifiesta con granos en la cara, con comedones, más conocidos como “espinillas”. Los cambios hormonales y el aumento de grasa cutánea favorecen su aparición. 

También hay que considerar otros tipos de acné:

• Fúngico. Causado por el hongo  Malassezia furfur cuando se acumula en los folículos pilosos y estos se inflaman. Es un microorganismo presente en la microbiota de la piel, pero si penetra en el folículo piloso puede causar estas afecciones cutáneas.

• Quístico. Los comedones se sobreinfectan favoreciendo la aparición de cicatrices, que pueden mermar la autoestima de la persona afectada. 

• Hormonal. Es el que sufren los adultos que tienen una sobreproducción de grasa que obstruye los poros y que está asociada a una concentración mayor de hormonas androgénicas.

• Nodular. Es una forma grave de acné que produce granos en la superficie de la piel y bultos nodulares sensibles que se forman debajo de la piel.

Los cambios hormonales y el aumento de grasa cutánea favorecen la aparición del acné juvenil. 

Recomendaciones para controlar el acné

¡No te desesperes con el acné! A continuación, te damos 10 consejos para que puedas manejarlo de la mejor forma posible:

1. No toques los granos de la cara. Vaciarlos, explotarlos y tocarlos solo empeora la situación: se forman heridas que te pueden dejar manchas y cicatrices en el rostro. Además, aumentas el riesgo de infecciones por la presencia de microorganismos en las manos.
    
2. Lávate la piel con suavidad. Limpia tu rostro dos veces al día con productos adecuados para pieles grasas y sécate con suavidad, sin frotar la piel. Para hidratar el cutis, utiliza cremas o geles específicos para tu tipo de piel. En la farmacia te pueden ayudar a elegir el producto más adecuado para ti.
    
3. Limpieza de cutis. Haz una limpieza en profundidad para eliminar las células muertas y la obstrucción de los poros con mascarillas y cosméticos queratolíticos. Estos productos se deben usar con precaución y tras la recomendación de un profesional sanitario.
    
4. Cuidado al afeitarte. Antes de proceder al afeitado, lava bien la cara con agua y jabón y presta especial atención a las zonas donde tienes más granos para no causar lesiones. 
    
5. Elección de cosméticos. Utiliza formulaciones con alta fracción acuosa y adaptadas a tu tipo de piel y a tus necesidades específicas. Selecciona los no comedogénicos. 
    
6. Exposición solar. El sol mejora el acné, pero también puede producir un efecto rebote. Por ello, procura tomar el sol con moderación y con la protección correcta. 
    
7. Mantén limpio tu pelo. Es importante tenerlo limpio para que la grasa del cuero cabelludo y del pelo no llegue al cutis. Si puedes, olvídate del flequillo. 
    
8. Alimentación. Una dieta sana y equilibrada mantiene tu microbiota en buen estado y te ayuda a controlar el acné. 
    
9. Consulta al dermatólogo. Valorará tu caso y te indicará el tratamiento más adecuado que debes seguir. 
    
10. Sé constante con el tratamiento. ¡No lo abandones en cuanto notes la mejoría! Es importante terminar el tratamiento tal y como te lo han pautado.
     

Tratamiento para el acné

Cada tipo de acné requiere un abordaje distinto. Existen distintos ingredientes activos indicados para controlarlo. En el caso de acné leve, no suele hacer falta un tratamiento farmacológico y con cosméticos con activos para tratarlo es suficiente. Cuando es moderado, se suelen añadir antibióticos, y en los casos de acné más graves, hay que realizar una pauta sistémica de antibiótico en combinación con retinoides, también sistémicos. Algunos pacientes que presentan un tipo de acné muy grave requieren cirugía para drenar los granos.